Alas que
paran molinos
28-07-2019
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Un ejemplar de buitre negro. DP |
El avistamiento de varios
ejemplares de buitre negro sobrevolando la Serra do Cando obliga a Medio
Ambiente a cerrar temporalmente el eólico de la zona durante los últimos días,
diversos colectivos ecologistas han detectado la presencia de varios ejemplares
de buitre negro sobrevolando la zona de la Serra do Cando y más específicamente
los alrededores del parque eólico ubicado en sus proximidades. La aparición de
estas aves, consideradas «vulnerables» por el Catálogo Español de Especies
Amenazadas, obligó a la Xunta a actuar de manera rápida y contundente. Por el
momento, se ha ordenado el cese «cautelar y provisional» de la actividad del
parque eólico durante los próximos quince días.
Un operativo compuesto por varios
técnicos de la Consellería de Medio Ambiente trabajará en la zona con un único
objetivo: proteger a los buitres y alejarlos hacia una zona donde no corran
peligro y donde la actividad eólica no se vea perjudicada por su presencia.
Para ello estudiarán el terreno y, una vez confirmada la presencia de las aves,
decidirán las medidas a tomar. La intención es garantizar la supervivencia de
esta especie, cuya población se reduce a las 2.548 parejas en toda la península
y, si es posible, reanudar la actividad eólica a partir del 19 de julio.
Desde la Sociedad Española de
Ornitología (SEO) hablan de una «evolución positiva», durante los últimos años,
de los datos de población de esta especie, considerada como la rapaz más grande
de Europa. Sin embargo, los expertos creen que todavía sigue en riesgo y
amenazada de extinción.
Su área de nidificación se
ubicaba originalmente en las zonas del centro y el oeste peninsular, así como
las costas de Mallorca, pero la prueba de reintroducción en Cataluña resultó
satisfactoria. Extremadura sigue siendo la comunidad con más ejemplares.
Galicia, por el contrario, no se
encuentra en la lista de siete comunidades donde habita el buitre negro. Esto
no ha impedido que durante los últimos años hayan sido notificados
avistamientos en lugares tan lejanos de su hábitat natural como Cerponzóns,
Moraña o A Lama. Ahora que el buitre negro vuelve a sobrevolar los cielos gallegos
con sus gigantescas alas y con sus más de 10 kilos de peso, cualquier medida
resulta insuficiente para garantizar su seguridad. En nuestra mano está
preservar su existencia por muchos años más.
Fonte: https://www.diariodepontevedra.es/
L.(C.C.) /Autor:Juan Salgado Miranda